La historia de la chica de Solano detrás de un video viral: escapó de la violencia familiar y sueña con ser modelo

Influencer con más de 27.000 seguidores en Instagram, grabó un video en el que se presenta hablando en un inglés muy básico y desfilando en un patio, con paredes perimetrales sin revocar. El posteo alcanzó el millón y medio de visualizaciones, entre críticas y elogios.

La chica llegó a esta exposición con el video casero por el casting que abrió Vogue para nuevas modelos en todo el mundo. Las seleccionadas serán parte del Open Casting Class 2023 y tendrán la chance de aparecer en una sesión de fotos que se publicará en la edición de otoño de las ediciones globales de la revista. 

Anabel contó que envió el video a dos días del final de la convocatoria y María Becerra, cantante también oriunda de Quilmes, lo reposteó en su cuenta de Instagram. "Me mandé de una, aunque al principio tuve un poco de miedo", le dijo a Infobae la chica que utiliza ladrillos como trípode para sacar fotos o filmar videos con su celular, y sábanas para preparar los fondos con los que hace sus producciones caseras. Incluso cose su propia ropa. "Mi sonrisa del Conurbano todo lo puede", remarcó.

La historia de violencia familiar de la chica de Solano que sueña con ser modelo

Anabel vive con su madre, sus hermanitos de 7 y 3 años y su hermana de 16 que es una boxeadora muy conocida en Solano. Su casa está sobre una calle de tierra con veredas de pasto, y arriba está la casa de sus abuelos.

"Mi mamá está muy contenta con todo lo que me está pasando. Ella me acompañó a los primeras sesiones de fotos en Buenos Aires para cuidarme porque no sabía dónde me estaba metiendo. Y ahora está feliz como yo porque ve que puedo empezar a cumplir mis sueños", contó.

Hasta hace tres años, Anabel vivía con un padre violento y abusador. "No nos dejaba ver a mis amigos. penas podíamos salir hasta el patio. Nos pegaba a nosotros y también a mi vieja". En el 2020, antes de la pandemia la mamá y sus hijas tomaron fuerza y lograron echar al violento de su casa. “Lo escrachamos en todo el barrio con carteles y hasta vino Crónica con las cámaras y eso nos sirvió de protección. Por suerte nunca más lo volvimos a ver".

Con sus ahorros, arrancó su sueño de ser patinadora artística. Estaba terminando el secundario y entrenaba en el club del barrio San Agustín, pero por problemas económicos no pudo continuar. "Mi vieja hace changas de cuidar chicos o limpieza. No nos falta nada, pero tampoco sobra. Igual soy optimista y siento que de a poco vamos saliendo y mejorando la situación", relató.

Ahora, los fines de semana va a la Ciudad de Buenos Aires a hacer fotos para sus redes sociales y sale mucho por su barrio. "Quiero mostrar la realidad de dónde vivo y que desde acá se puede llegar lejos también. Sólo es necesario que nos den una oportunidad de mostrar lo que podemos hacer", comentó.

Mientras lucha por sus sueños para el futuro, Anabel remarcó que "los chicos dicen que me ven extraña. O muy narigona o que me visto rara. Por una razón o por otra no me daban bolilla. Por eso, en general salgo poco. Además, está el tema económico. En mi casa hay poca plata y mi mamá no me puede dar para que yo me la gaste en los bares o boliches de Solano". Y aunque tiene la energía enfocada en su carrera, confesó: "En el fondo soy un poco Floricienta. Y me gustaría estar con alguien, enamorarme y todo eso".