Otra noche de riesgo para el jubilado quilmeño Jorge Ríos por la inseguridad: "Mi casa está marcada"

Jorge Ríos es el jubilado que en julio de 2020 fue noticia nacional cuando se defendió a los tiros de los cinco delincuentes que ingresaron a robar en su casa de Quilmes y lo golpearon salvajemente. En ese episodio uno de los ladrones perdió la vida, eso derivó en un juicio en el cual Ríos terminó sobreseído porque el juez consideró que actuó en legítima defensa. 

Policiales 22/08/2023
Por Martín

Hoy vuelve a ser noticia, ya que intentaron asaltarlo nuevamente. Ocurrió en la madrugada del domingo, un delincuente intentó robarle el medidor de gas de la puerta de su domicilio, pero el jubilado lo vio a través de las cámaras y el ladrón escapó luego de escuchar los gritos desde el interior de la vivienda de Ríos.  Por este hecho, el jubilado, quien vive con un sobrino desde el 2020, se quedó sin servicio de gas.

En diálogo con el periodista Matias Candal, Gabriela, hija de Jorge Ríos, contó como sucedieron los hechos: “Era la madrugada del domingo 20 de agosto, pero mi papá estaba despierto, él sufre de dolores en su cuerpo y para no abusar de los calmantes se acuesta tarde” comenzó su relato y siguió “tiene su televisor y tiene otro donde están conectadas todas las cámaras, ahí se dio cuenta de que le estaban robando y comenzó a los gritos”

Al escuchar los gritos del jubilado y los perros que comenzaron a ladrar, el delincuente que intentaba robar el flexible de cobre del medidor de gas, se dio a la fuga. “No lo llegó a robar, pero dejó sin servicio a mi papá, no sé cómo hacen, pero antes de robarte te cortan el gas” relató Gabriela, que ahora cocina en su casa y le lleva la comida a su padre para que la caliente en un microondas. 

Luego de aquel julio de 2020, Ríos extremó la seguridad de su casa, ahora el frente está tapado por chapones, tiene barras de seguridad en el interior y puso cámaras. En diálogo con TN, el jubilado señaló que "mi casa está marcada" y que tiene un "aguantadero" a "180 metros" de su casa, por lo que tuvo que extremar las medidas de seguridad. "Ahora esto es un búnker, porque tuve que tomar mil precauciones. Hay cámaras adentro y afuera, la concertina que tuve que poner, el patrullero que pasa... más que eso... Es el precio que estoy pagando ahora. Estoy como en una prisión domiciliaria".

A su vez, reveló que luego del traumático episodio que vivió en 2020, tuvo durante más de un año policías "viviendo" en su casa y que "cuando la cosa fue mermando", seguía con ellos a disposición, pero de una manera más laxa porque así lo pautaron. "Pasaban, firmaban un presente. Hasta de madrugada me han preguntado si estaba todo bien, yo les levantaba el pulgar. No pretendo tener un policia las 24 horas", remarcó. 

Por último, señaló con impotencia que "me arruinaron la vida" y que va a tener que acostumbrarse a vivir así. 

Comentar esta nota